Xiamen (Xiàmén, 厦门), ciudad de la provincia china de Fujian (福建) situada en la costa oeste del mar de China Oriental, está considerada, debido a su alto nivel de vida y enclave idílico marino, como una de las mejores urbes chinas para vivir y también como una de las más románticas.
Conocida en Occidente durante siglos como Amoy, es hoy en día, con sus más de tres millones y medio de habitantes, y un área total de 1575 kilómetros cuadrados, una pintoresca ciudad costera ubicada frente al estrecho de Taiwán. Su zona de influencia comprende las islas de Gulangyu (鼓浪屿) y la de Xiamen propiamente dicha. En realidad, Xiamen es una ciudad-isla conectada con la península por una calzada elevada de cinco kilómetros, además de una vía ferroviaria, una carretera convencional y una vía peatonal, ambas sobre un magnífico puente.
Es la segunda ciudad más grande de la provincia de Fujian y sus calles esconden cientos de historias de piratas, rebeldes, mercaderes y marinos europeos. Tiene una economía fuerte sustentada bajo los pilares del comercio marítimo, las exportaciones, la pesca, la construcción naval, la industria de alimentos, textiles, industria química, telecomunicaciones, servicios financieros y turismo. Como dato anecdótico cabe destacar que la ciudad de Xiamen está hermanada con Guadalajara (México) y con Las Palmas de Gran Canaria (España).
Un poco de historia
La ciudad fue fundada en el año 282, permaneciendo como poblado pesquero durante muchos siglos. En 1387, durante la dinastía Ming (明, 1368-1644), se convirtió en una base estratégica para luchar contra los piratas del sudeste asiático y bajo este imperio se construyeron las murallas de la ciudad y se convirtió en un puerto marítimo de gran relevancia e importante centro comercial.
Durante el siglo XVII Xiamen se alzó como un decisivo punto de defensa contra la invasión manchú, ante la que el régimen Ming opuso resistencia bajo el liderazgo del legendario pirata Zheng Chenggong (郑成功, 1624-1662), también conocido como Koxinga, a quien conmemora la ciudad.
Poco a poco, fueron llegando las potencias europeas. Así, los portugueses lo hicieron en el siglo XVI, seguidos por los británicos en XVII, y más adelante los holandeses y franceses. Todos ellos intentaron establecer un área comercial en la zona, el cual no tuvo demasiado éxito. Posteriormente, el puerto fue cerrado a los extranjeros en la década de 1750, situación que se mantuvo hasta la Guerra del Opio (1839-1842). En agosto de 1841, una fuerza naval británica forzó la apertura del puerto usando potentes cañones, pasando así a convertirse en uno de los principales puntos comerciales de China con Europa.
Al poco tiempo los japoneses y otros occidentales siguieron los pasos de los británicos asentando sus consulados e instalándose en la isla de Gulangyu convirtiéndola en un enclave colonial similar a las concesiones extranjeras de Shanghái o Tianjin. En 1938, la ciudad de Xiamen fue invadida por las tropas japonesas, permaneciendo bajo el dominio nipón hasta 1945.
En la década de 1980 Xiamen se convirtió en una de las primeras zonas económicas especiales de China y hoy en día goza de prestigio y del título, concedido en 2006 como la segunda ciudad más habitable del país y el de la más romántica, calificativo otorgado en 2011.
Actualmente es uno de los destinos turísticos más demandados por la población china, pues el clima es cálido y húmedo en verano, y no muy frío en invierno. La mejor temporada para visitarla es en primavera y en otoño debido a su excelente temperatura, pero en realidad Xiamen es visitada en todas las estaciones del año, especialmente en días festivos y durante las celebraciones de las fiestas locales.